Conectar Igualdad: Digamos todo

El relanzamiento del Plan Conectar Igualdad mediante el decreto 11/2022 es una gran noticia, pero esta vez no voy a dejar de hacer las críticas constructivas y sugerencias necesarias. Haciendo el doble de esfuerzo, voy a tratar de no caer en la grieta partidaria que caracteriza esta época, para intentar hacer propuestas sobre lo que debería ser parte de una política educativa y que ojalá alguna vez se convierta -por fin- en una Política de Estado.

Cuando se lanzó originalmente, allá por el 2010, me animo a decir que todos/as los Docentes de Informática lo festejamos. Era pasar de trabajar con 4 ó 5 estudiantes por cada computadora del Laboratorio de Informática a 1 PC por alumno (OLPC, One Laptop per Child, el proyecto mundial sobre el tema). Claro, esto donde había Profesores de Informática, una minoría de las escuelas, pero ya escribiré sobre el tema más adelante. Tengan en cuenta que el PCI es sólo para las escuelas estatales.

¿Y por qué digo que ahora sí voy a hacer las críticas y sugerencias necesarias? Hay que situarse en el momento político de nuestro país en ese entonces para entenderlo. Primero porque al ser una iniciativa de tamaña magnitud, no tenía casi comparación con otros lugares del mundo, era preferible esperar y ver cómo funcionaba. Pero también porque algunas de las críticas que se le hacían en ese entonces, me producían la sensación de no querer estar del mismo lado de los que dijeron barbaridades, en primer lugar sobre el aspecto social e igualador del plan: que todos/as los estudiantes tuvieran su net, sí, los pobres también. Imaginen si queda feo leerlo ahora, lo horrible que era en ese momento leer que mucha gente estuviera en contra de que se le otorgara una computadora a cada estudiante. Decían cosas despectivas como “les regalan las netbooks para jugar al counter”, “les dan netbooks para que las vendan por Internet” y otras con el mismo desdén. Había una foto de un chico cartonero con la net de Conectar en el carro, que se volvió un ícono de la grieta. Algo similar había pasado con la instalación en todas las escuelas estatales de la CABA de las PDI (Pantalla digital interactiva), que recibía críticas del estilo “no hay tizas y ponen las pantallas”.

La pandemia del COVID-19 y la igualdad.

La cuarentena 2020 y el paso a las clases en emergencia a distancia demostraron que era muy necesario que se siga repartiendo equipamiento. Por más que acá podría ir otro asterisco y ponerme a escribir sobre “el error” de pensar que las clases en línea eran solamente las videollamadas, cuando si hubiera existido la capacitación docente necesaria, debería estar claro que en las clases a distancia la parte sincrónica (Con herramientas como Zoom o Meet) no es la única forma de dar clase. Pero esto también es para otra nota.

Lo indiscutible es que sin equipamiento de verdad era casi imposible seguir conectados con la escuela (no, los celulares si bien son computadoras, no son lo mismo. Tema para otra nota… y van…). Por más que no tuviera el impacto esperado dentro de las aulas (las netbooks no estaban en su mayoría dentro de las escuelas, nunca, o casi nunca, era posible tener una clase con una net por alumno, ya sea por roturas o peor, porque no las llevaban), sin embargo es indiscutible que los equipos en poder de los estudiantes sirvieron para achicar enormemente la brecha digital de acceso en los hogares más humildes. Entonces, el objetivo de lograr la igualdad de acceso a los dispositivos, fue un gran punto a favor del programa.

El servicio técnico y el cuidado del equipo por los estudiantes.

Volvamos entonces al Plan Conectar Igualdad. “Profe: tengo la net rota”. Esa frase generaba problemas insalvables para trabajar con el modelo 1 a 1 en el aula y en la casa.

Una falla muy grande fue que el servicio técnico era muy muy muuuuy lento. Se pedía reparación de equipos que tardaban muchos meses en volver a la escuela. Sí era útil que el Correo Argentino los retirara y devolviera a la institución, pero a veces los equipos llegaban al año siguiente, sin exagerar.

Por otro lado, si se puede considerar una falla del plan o de las escuelas, pero también de las familias, no se cuidaban los equipos como corresponde. No puedo dar una respuesta a los porqué. Para algunos era porque las netbooks eran gratuitas. Me niego a tomarlo como una causa, también veía a mis estudiantes con teléfonos celulares de la marca de la manzanita o del otro sistema operativo del robotito con las pantallas rotas. Por más que los padres/madres los hubieran pagado caros y con su esfuerzo.

Quiero pensar que en esta nueva oportunidad, se trabajará sobre las dos causas: buen servicio técnico y campañas para el cuidado de la herramienta de estudio recibida (también para el ocio, ¿o no es necesario jugar en esa etapa de la vida? -en otras también me dicen por la cucaracha-).

Al mismo tiempo, será útil y necesario tener los carros de netbooks escolares en la escuela, como soporte para poder trabajar mientras tanto, complementando las netbooks en reparación. Ya tocaré este tema también, no se trata de un modelo versus otro (netbook en poder del estudiante, netbooks en la escuela).

Ah, pequeño detalle me olvidaba… es imprescindible contar con personal permanente dedicado a este y de paso a otros temas relacionados con la educación digital en la escuela. Sí, en la escuela. No puede ser “alguien con buena onda” que dedica tiempo de sus otras tareas dentro de la institución. Tampoco alguien que viene “de vez en cuando” a ver qué pasa con las netbooks. En las escuelas es necesario un Referente Técnico Escolar permanente, así como están los bibliotecarios, tiene que existir un cargo remunerado y que sea parte de la POF (Planta Orgánica Funcional) de la institución. Es el encargado de contactar al servicio técnico externo y de llevar un control del inventario de las netbooks de la institución. No es algo que lleva poco tiempo. También puede dedicarse al desbloqueo de las netbooks si sigue existiendo esa tecnología. Además, como parte de sus funciones, podría acercarse a las aulas a resolver problemas de conectividad o de cualquier otra razón técnica que pueda solucionarse en la escuela, para no recargar tanto al servicio técnico externo. También quienes estamos todo el tiempo en el territorio sabemos que a veces, muchas, los colegas necesitan ayuda para conectar un cañón o una TV-LED a las netbooks. Sí, sepan funcionarios/as ministeriales que esto pasa y bastante seguido.

Conectividad a Internet y el servidor escolar.

En su momento fue algo muy criticado que las netbooks al no tener Internet en la escuela, “no servían para nada”. Por más que en las escuelas había un servidor escolar, que permitía el intercambio de archivos, refuerzo lo escrito en el punto anterior, sin un RTE (Ref. Téc. Escolar) no se usaban esos servidores. Además, faltaba mucha capacitación docente, de esto voy a escribir en el próximo punto. Parece que en esta oportunidad, con el relanzamiento, también está incluido un plan de conectividad escolar a gran escala (Conectar Escuelas).

Uso en las aulas. La capacitación docente y los nativos digitales.

Para empezar habría que preguntarse por los usos dentro de la escuela. Porque lamentablemente, basta con preguntar a cualquier docente de aula, las netbooks escolares estaban ausentes. En una mayoría absoluta. Muy muy lejos de un modelo 1 a 1.

Buscar las razones es una tarea difícil, ya que siempre me quedó la sensación de que no era el objetivo principal del programa. Las publicidades oficiales apuntaban a la nieta/o que ayudara a entrar a la página de la ANSES al abuelo/a. O a chicos/as sentados con las netbooks en el patio de alguna escuela o aún en la calle, no se definía del todo. También había imágenes y comentarios en las redes sobre la “apropiación” que hacían los estudiantes porque las “tuneaban” (¿?). Pero casi nunca (casi para no ser del todo terminante) se difundían fotos de las netbooks dentro del aula, para el aprendizaje con los/as docentes.

Mucho se dijo que el problema era que se entregaba el equipamiento sin capacitar previamente a los docentes. Y me pregunto: ¿Capacitar en qué? Hace ya más de 35 años que se dice y pone de excusa lo mismo. Porque, ¿todos sabemos que las computadoras existen antes que las netbooks, no?

¿No será el momento de pensar que con la transversalidad no alcanza? Porque analicemos, ya debería estar claro que se pide hace muchísimo tiempo que todos/as los docentes utilicen las computadoras para modificar sus métodos de enseñanza. Terragno decía en 1986: “…no es un problema de equipamiento. La difusión de la computación a través de la escuela va a ser cada vez menos un problema de equipar; va a ser cada vez más un problema de capacitación de aquellos que tienen que implementar la reforma, de aquellos que tienen que utilizar los computadores, es decir los maestros”.

Algunas de las propuestas provinciales para solucionarlo fueron por un lado que existan los “Facilitadores Pedagógicos Digitales” (cada jurisdicción le da nombres distintos, pero la función es la misma: ayudar a los docentes a utilizar las computadoras para enseñar). Y la otra es insistir con la transversalidad o con la “nueva sigla”: el ABP -Aprendizaje Basado en Proyectos-. Esto último podría funcionar, si uno de los espacios curriculares que participa del “proyecto” es Informática. Pero la mayoría de las provincias no la tiene en la currícula.

Simultáneamente, otra de las frases favoritas de la época fue que los estudiantes eran “nativos digitales”. Claro, si tenemos en cuenta la poca capacitación docente, que los chicos/as tuvieran facilidad para utilizar los dispositivos que desde pequeños observaron a su familia utilizar en el hogar, era naturalmente algo que los maravillaba. Pero bastaba con ir al aula y pedir una actividad escolar para que llegara la gran desilusión. El mito se caía a pedazos, lo que los chicos/as sabían era utilizar herramientas para jugar y comunicarse entre ellos, algo típico y natural para la edad.

Y volviendo al presente, a este relanzamiento, ya nadie cree en los nativos digitales, pero pensar que todos/as los docentes enseñen programación y robótica es un mito parecido. O también hay un gran enojo en la comunidad del Software Libre porque las netbooks tendrían doble booteo y no solo Huayra – Linux. ¿Alguien puede pensar que esos mismos/as docentes que añoraban el fin de la pandemia, así como todos por un tema de salud, pero además para dejar de usar las “malditas nuevas tecnologías” y volver a la tiza y el pizarrón, ahora van a utilizar las netbooks con herramientas que nunca usaron?

Entiendo que a alguno/a no le guste y o sienta que no entra en este grupo, hay muchos/as docentes que sí innovan y utilizan distintas herramientas y tecnologías para enseñar sus materias. Pero son los que muchas veces terminan ganando premios y distinciones. Lo que se necesita es que el impacto sea en la mayor cantidad posible de escuelas, docentes y estudiantes, no sólo en los que tienen a esos/as grandes docentes.

Cambio de planes: Aprender Conectados.

Como lo que escribí sobre la ausencia de las netbooks en las escuelas era “vox pópuli”, pero creo que además fue por razones ideológicas – partidarias, en el 2015 con el cambio de gobierno, se lanzó el Plan Aprender Conectados, que se centraba en que el equipamiento quedara en las escuelas, con los famosos carros de netbooks. Y se terminó de discontinuar o anular el Plan Conectar Igualdad.

La idea no era mala si el objetivo está centrado en el aprendizaje dentro de la escuela. Ahí sí el equipamiento está siempre disponible, porque no se lo llevan a sus casas, queda en los famosos carros cargadores. Bueno, “siempre” que los/as docentes innovadores/as no sean muchos, porque con un solo carro no alcanza para varias divisiones en simultáneo utilizando las netbooks en las aulas.

Pero con la pandemia quedó claro que también era necesario que los estudiantes tuvieran los equipos disponibles en sus casas. Un "error de interpretación" ministerial de este período fue creer que ya se había cerrado la brecha digital de acceso, porque “toda la población tiene celulares”. Más allá de que es una idea clasista, ya que todos/as no tienen acceso a celulares de gama alta o por lo menos media y en ocasiones solo comparten uno de gama baja, también es un error conceptual: no es lo mismo trabajar con un celular que con una computadora. Por más charlas de especialistas y cursos de capacitación sobre “el uso del celular en las aulas”, debería estar claro que no hay manera de competir con las funcionalidades y comodidades de una computadora, ya sea de escritorio, notebook o netbook. No, Tablet tampoco. Aunque esto también es tema para otra nota.

Como dije en el capítulo del Servicio Técnico, creo que sería interesante mantener la presencia de algunos carros de netbooks en las escuelas, para poder trabajar con netbooks de reemplazo cuando los estudiantes la hayan dejado para el servicio técnico.

Falta la Informática como materia, un estímulo semanal como mínimo.

Desde hace años se intenta con la ya fracasada propuesta del uso transversal de las computadoras en todas las asignaturas como ya expliqué antes.

Por lo tanto, si lo que queremos es:
  • Que las netbooks estén en las escuelas y se usen en las aulas (por lo menos una vez por semana).
  • Que se aprovechen de verdad enseñando los 4 ejes de #LaInformáticaComoMateria.
  • Que los/as estudiantes puedan aprender programación (uno de los 4 ejes).
  • Que sepan qué es el software libre y lo utilicen.
  • Que entiendan los cuidados que hay que tener al usar Internet y las redes sociales.
  • Que aprendan fundamentos básicos sobre seguridad informática.
  • Que incorporen los conocimientos para saber qué equipamiento comprar de acuerdo a su presupuesto y sus usos (computadoras y celulares entre otros).
Por esto y muchas otras razones y beneficios más, lo que se necesita es crear los espacios curriculares para #LaInformáticaComoMateria en todas las escuelas del país, tal como venimos proponiendo desde la //ADICRA. Y un gran avance en ese sentido sería la creación de los NAP de Informática y su aprobación por el Consejo Federal de Educación.

A manera de cierre.

Retomando el título, la razón más importante para no hacer críticas en su momento, fue que los gobernantes dijeran “si no sirve, lo cerramos y no se reparten más computadoras”. Algo que se llevó a cabo en el 2016/2017 cuando se dio de baja el plan y se dio lugar al que ya nombré, Aprender Conectados.

Espero que en esta oportunidad, este artículo con un breve análisis desde el campo y con críticas constructivas, sirva para el debate entre colegas y que ojalá llegue a las autoridades ministeriales con poder de decisión. No podemos dejar pasar otra vez la oportunidad de que todos/as los estudiantes puedan aprender en la escuela lo que no nacieron sabiendo. Se necesita equipamiento para la brecha digital de acceso y al mismo tiempo se necesita crear los espacios curriculares para #LaInformáticaComoMateria para intentar cerrar la brecha digital del conocimiento. 

Porque como ya sabemos, #ConLaTransversalidadNoAlcanza y solamente con equipamiento, si bien es imprescindible, tampoco.


Comentarios

  1. Hola, Gustavo, me parece muy bueno tu análisis en los diferentes aspectos referidos al PCI. Soy profesora de informática y, en las dos escuelas que trabajo, me hice cargo del mantenimiento y desbloqueo de las nets (y del resto de los equipos). En una de esas escuelas tengo un cargo de 25 horas semanales, por lo que puedo hacer el trabajo con bastante comodidad. Pero en la otra, tengo solamente cuatro horas semanales y no tengo internet, lo que hace que me tenga que llevar los equipos a mi casa para poder hacer el mantenimiento (o sea, más horas extras no pagas).
    Como primera medida, no sé cómo pueden insistir con el Theft Deterrent, ya que lo único que hace es complicar las cosas. Acá veías en Facebook como vendían las nets robadas (todos sabemos que se pueden chipear) enteras, o como repuestos.
    También en la escuela donde tengo el cargo, que tiene una orientación en informática, como no teníamos equipos, organizamos una colecta de equipos en desuso y armé una 15 PC, a las cuales las cargué con linux para que tengan un mejor rendimiento. Los mismos profesores de informática no las quieren usar. Les instalé una plataforma Moodle, que estubo 2 años sin usarse hasta que comenzó la pandemia. Y, así mismo, la mayoría de los docentes se negaban a utilizarla y, los que la usaban, se negaban a salir del Word y el pdf.
    En conclusión, equipamiento, sí, es muy necesario. Pero fundamental, capacitación para los docentes de buena calidad, que les cambie la forma de pensar, y que no sea sólo propagandística.
    Saludos.
    Claudia Alonso

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  2. Esto mismo lo platié en un trabajo presentado hace mas de 10 añis en un congreso en la universidad nacional de villa maría con la misma ponencia. Luego lo hice en la blas pascal en la ciudad de córdoba. No tuve eco ninguno. Muchos pidieron para leer el teabajo , pero no hubo cambio alguno. Ahora que somos mas los que pensamos lo mismo, espero que se pueda hacer algo al respecto. Jmdorna

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  3. Coincido totalmente con lo planteado en el artículo. La capacitación docente es fundamental, pero debe ser significativa y motivadora, si no por más equipamiento que haya este no es aprovechado. Me pregunto si en los institutos de formación docente se dan herramientas sobre estos temas a los egresados.

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Gracias por pasar.
Gustavo