En realidad se pueden aplicar a cualquier otro uso de la web, no sólo redes sociales:
- Nunca facilitar dirección, número de teléfono o informaciones personales sensibles, como la escuela a la que asisten los chicos o lugar y fecha de vacaciones.
- Las fotos son fáciles de copiar, modificar y volver a publicar. Lo ideal es compartir imágenes sólo con amigos y familiares en sitios que permitan elegir quiénes pueden tener acceso a verlas.
- Los chicos suelen compartir información en páginas al jugar online. Esta información podría poner a los menores a merced de ladrones cibernéticos o pedófilos.
- Mantener conversaciones con desconocidos por mucho tiempo no los transforma en conocidos. La “familiaridad online” no garantiza que alguien sea quien dice ser.
- En Internet no es posible tener certeza respecto a quien está del otro lado. Si alguien pide datos personales, lo mejor es abandonar la conversación.
Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios no aparecen instantáneamente.
No publico comentarios anónimos
Gracias por pasar.
Gustavo